De forma furtiva, por las noches, personal de la Dirección de Alumbrado Público ha comenzado a retirar luminarias que estaban en perfecto estado en la colonia Cristo Rey, para así justificar el negocio que ha armado con otra empresa en otras partes de la ciudad.
“Desvisten un santo para vestir otro”, es la queja de vecinos de esta colonia, quienes han visto cómo zonas que antes lucían totalmente iluminadas ahora están a oscuras, refugio de malvivientes. Todo para que la Secretaría de Servicios Públicos de Benny Millán pueda colocar estas mismas luminarias en otro lado, presentándolas como nuevas, a cambio de una fuerte tajada de la empresa que obtuvo ese millonario contrato.
La propia Lili Campos, en un evento público, aseveró que destinarían la friolera de 293 millones de pesos para un programa “integral” de luminarias, un monto muy por arriba de lo que se necesitaría, con el fraudulento argumento que recibieron el municipio con solo un 60% de luminarias funcionando.
Para sorpresa de nadie, es probable que dentro de poco anuncien otro millonario gasto del dinero de nuestros impuestos, para alumbrar Cristo Rey, después de a propósito dejarlo sin luminarias.
Esta oscuridad también facilitó que delincuentes puedan robar transformadores y cable, dejando un tramo de cuatro kilómetros en el acceso a Cristo Rey sin electricidad.
Doña María, quien recorre este camino a diario con sus nietos, dice ahora pasar con mucho temor, “porque hay mucho borracho”, pese a que es el paso obligado para la gente trabajadora que regresa cansada a sus casas.
La ciudadana exhortó a las autoridades que dejen de estar robando infraestructura para hacerla pasar como nueva, lo que es delito, encima jactándose en redes sociales de esta “inversión”, que en realidad es el desmantelamiento de una colonia por años marginada, por capricho de un terrateniente hecho regidor.