Más de 100 comerciantes ambulantes, artesanos y músicos se manifestaron hoy en el Palacio Municipal, para denunciar que Kira Iris San los presiona para votar en favor de Lili Campos, como condición para recibir su permiso para operar, lo que constituye un delito electoral.
Como un “soborno electoral” fue como calificaron las presiones de Kira Iris San, tesorera municipal y compañera de fórmula de Lili Campos Miranda, quien ha acudido a distintos tianguis esta última semana para exigir el voto de los comerciantes, como parte de su proceso de “regularización”.
Esta supuesta “regularización” significa ir condonando deudas y entregando permisos a quienes sean afines a la candidata panista, y rechazar a quienes no, en especial a los afiliados a la CROC, organismo sumado a la “Cuarta Transformación”.
Los inconformes que hoy acudieron al palacio municipal llevaban cartulinas y lonas en las que pedían no politizar sus permisos y que se les respete su derecho para trabajar.
“¡Queremos trabajar!”, gritaban estos comerciantes, quienes revelaron que detrás de Kira Iris está Filiberto Martínez, ex presidente municipal y actual coordinador de campaña de Lili Campos.
José Cristino Coba Martin, secretario general del Sindicato de Ambulantes de Playa del Carmen, reveló que Raúl Collí Castillo, secretario de Desarrollo Económico, exige que voten en favor de Acción Nacional y de Lili Campos.
“El domingo fue a extorsionar a los compañeros de la Sección 58, los de la Colosio. Ahí fue el domingo a extorsionar, compañeros. Nos dice que si vamos a votar por alguien. Aquí están las mantas ‘el voto es libre’. No puede hacer estas cosas”, declaró.
Estos comerciantes exigían dialogar con la presidente municipal, pero ella se rehusó a verlos. Tampoco Kira Iris se asomó para hablar con este grupo.
Fue hasta después que estos manifestantes se retiraran, que Kira Iris convocó a una rueda de prensa, en la que aceptó que se ha reunido con distintos tianguistas, aunque como tesorera, no como candidata suplente de Lili Campos.
La panista indicó que tiene “buena relación” con los sindicatos, pero no así con la CROC, con lo que confirmó que brinda trato diferenciado por diferencias políticas.
