La época decembrina trae cada año un incremento en la basura producida en la ciudad, debido al aumento en turismo, a los festejos, empaques de regalos y llegada de familiares. Esto es un hecho básico que el secretario de Servicios Públicos, Benny Millán Parra, parece que ignora, pues por todas las calles se acumulan bolsas con toda clase de desechos.
Familias playenses están molestas, al ver la pésima calidad del servicio de recolección de basura. Para ellos, les resulta increíble que el Ayuntamiento de Solidaridad gaste 370 millones de pesos, de dinero de sus impuestos, en contratar a una empresa privada que ni siquiera cumple con su trabajo en las fechas más críticas del año.
La ciudadanía es la que sufre por la pestilencia, la proliferación de moscos y fauna nociva, pero quien ni siquiera está enterada es Lili Campos Miranda, presidente municipal, quien después de tomarse una foto en su último acto público, se fue de vacaciones a Nueva York. En su lugar, dejó a su ex marido, a quien en un acto descarado de nepotismo nombró tesorero municipal.
Es fácil creer que es negligencia, hasta “valemadrismo” por parte de Benny Millán, lo cual no deja de ser cierto, pero más que eso, se trata de corrupción. Es sencillo, cuando no circula un camión de recolección, Benny anota que sí salió a servicio, para así quedarse con el dinero que se le asigna para gasolina. También le paga a la empresa por esa “ruta fantasma”, por la que recibe además una “comisión”.
Para Benny, mientras menos camiones circulen, mejor. Por eso desde hace más de un año, el servicio es mínimo, apenas lo necesario para que la ciudadanía no se enoje, mientras en el patio de Servicios Públicos están estacionados decenas de camiones.
¿Será que los playenses sigan permitiendo que les roben y les tomen el pelo en 2023?