Después de casi seis años de un magro trabajo legislativo, en que no efectuó ninguna acción en favor de la generación de empleos o atracción de inversiones hacia Quintana Roo, la senadora Mayuli Martínez Simón ya busca su reelección por el Partido Acción Nacional, algo que la iniciativa privada local rechaza con vehemencia.
La chetumaleña Martínez Simón llegó a la senaduría vía “fast track”, apenas con una trayectoria como regidora y diputada local, no tanto por alguna labor destacada, sino principalmente por su cercanía con el grupo panista entonces en el poder. Esta falta de experiencia quedó patente a la hora de tener que representar a Quintana Roo ante la Cámara Alta del Congreso de la Unión, ya que la senadora apenas ha presentado iniciativas y ninguna de relevancia.
Diversas fuentes al interior de cámaras y asociaciones empresariales y hoteleras tienen una pésima opinión de la panista, quien en campaña buscó su cercanía y efectuó toda clase de promesas, para luego prácticamente desaparecer, dejando en el olvido las necesidades del sector, que requiere legislación que fomente y brinde certeza a las inversiones.
Esta falta de comunicación y empatía llegó al absurdo extremo de Mayuli Martínez adhiriéndose a la iniciativa del entonces morenista José Luis Pech Várguez, hace dos años, en el que proponía reducir a la mitad la zona federal marítimo terrestre, con lo que de “un plumazo” desaparecerían millones de dólares en inversiones por parte de hoteles, restaurantes, marinas y clubes de playa.
Esta propuesta de reforma, que atentaba directamente contra la fuente de empleo de decenas de miles de quintanarroenses, fue aplaudida por esta senadora, que se supone representa a los intereses de su estado.
“Quiero felicitar a mi paisano, y solicitarle que nos permita a todo el grupo parlamentario de Acción Nacional suscribir su iniciativa”, fueron sus palabras desde la tribuna del Senado. Esto fue aceptado y ahora el nombre de Mayuli Martínez acompañan esta nociva iniciativa de ley, que como muchísimas otras es ingresada y deliberada sin buscar un acercamiento con el sector que más afecta.
Cabe reiterar que Mayuli Martínez fue beneficiada de la triste práctica política de elegir simplemente a quien es más “conocido”, sin importar su aptitud al cargo. Así, quienes participan en una campaña electoral, son quienes luego “brincan” de cargo a la siguiente contienda. El resultado es que llegó al Senado una persona enfocada en difundir su imagen y en buscar el siguiente cargo. Muestra clara de esto es que Mayuli realizó un mediático informe de labores solo durante sus primeros dos años, cuando se preparaba para otra candidatura. Al quedar fuera de ese proceso electoral, la senadora quedó prácticamente sin propósito, por lo que ya no regresó a brindar informes ni a buscar acercamientos con grupo alguno. Durante cuatro años, simplemente se “disciplinó”, votando en bloque con su partido en temas mediáticos, de oposición al gobierno, sin avanzar en temas urgentes para su entidad.
Seis años después, con nulos resultados y siendo ya conocida su poco interés en ayudar a su estado, Quintana Roo merece algo mejor que Mayuli Martínez y el sector empresarial de Quintana Roo esperan que Acción Nacional lo sepa y no pretenda “premiar” alguna lealtad con un cargo tan importante y serio, que debiera ser ocupado por alguien con más capacidad y que pueda tender puentes para lograr consensuar legislación requerida.
